Nos lo habían advertido. «No vayáis, es demasiado turístico, está explotado», nos dijeron cuando contamos que queríamos viajar a Sapa. Pero a veces uno tiene que ver las cosas con sus propios ojos para hacer sus propios juicios.

En los últimos días de nuestro viaje por Vietnam, queríamos hacer el loop de Ha Giang pero hacía mal tiempo para pasarse cuatro días recorriendo la zona en moto (el transporte por antonomasia en este país). Optamos entonces por ir a Sapa a descubrir sus montañas y minorías étnicas.
Lo que te espera si decides viajar a Sapa
Las amigables gentes étnicas de Sapa y alrededores se llevan la palma de lo más difícil de digerir en lo que llevamos de viaje.
Uno de los tres días que estuvimos en esta zona del Norte de Vietnam, hicimos el trekking desde Sapa a Ta Van, con parada intermedia en Lao Chai, sin necesidad de guía ni tour, ni historias sacacuartos.
Tras coger un atajo, dos gentiles mujeres de la etnia Hmong nos ayudaron (sin pedírselo) a movernos entre campos de arroz de lo más pintorescos.
Todo normal hasta que llegas a una zona más pavimentada que ya sí se convierte en Las Ramblas de Barcelona.
El asco total empieza justo cuando acabas el trekking en Ta Van. Te venden que es un poblado menos turístico y más bonito para recorrer. Nada más lejos de la realidad. Nos encontramos niños sucios y harapientos, bien por acción deliberada de sus padres o bien por omisión, quién sabe. Criaturas que sólo saben decir una cifra en inglés: la de las pulseras que sus familiares les obligan a vender a los turistas.

La infancia en Sapa
El caso es que no puedes pasar página porque al regresar a Sapa el panorama es aún más desolador.
Críos por doquier, a cargo de sus hermanos aún más pequeños, mendigando o vendiendo mierda y media a cualquiera que se le acerque. En especial, niñas de no más de 6 años de la mano de un hermano chico y porteando en su espalda a un bebé. No una, decenas de estampas así. Todo rodeado de luces de neón y una niebla que solo hace que empeorar un ambiente crispante y nauseabundo por momentos.
Así que…si te dejas caer por Vietnam y estás pensando en viajar a Sapa, mejor pasa página, disfruta de otro destino y no contribuyas a la explotación infantil en este rincón del planeta.